Nacido en Jerez, creado para el mundo

BOLIUM no nació en un taller, nació en un aeropuerto.

En ese no-lugar donde el tiempo se suspende y todo se reinicia. Allí, en un instante de desconexión del ruido cotidiano, surgió una palabra nueva: Una mutación de volume, donde la “V” se transforma en “B” evocando el símbolo del infinito. Porque lo que aquí se crea no tiene límite ni forma fija, solo intención: explorar el volumen como lenguaje emocional.

Desde Jerez, BOLIUM diseña y fabrica el 100% de sus piezas con una ética radical: materiales sostenibles, producción local, y un índice de desperdicio cercano a cero.

El diseño no es solo forma: es gesto, es discurso, es conciencia. Cada bolso es una arquitectura impresa, una escultura portátil que encarna carácter, tecnología y usabilidad.

BOLIUM no es solo un objeto. Es una idea que se lleva. Una forma de habitar el futuro con personalidad y sentido.

"No es piel, ni tela...pero no se lo pierdan"

UN PROCESO CON

ALMA ARTESANA

Tras cada impresión, nuestras piezas son lijadas, ensambladas y acabadas a mano, en un proceso que mezcla precisión digital con el gesto humano del artesano. Este equilibrio entre innovación y tradición dota a cada bolso de un carácter único, donde las imperfecciones mínimas no son errores, sino huellas de autenticidad que hacen que ninguna pieza sea igual a otra.

MATERIALES

SOSTENIBLES

En Bolium trabajamos con una combinación de dos materiales principales que simbolizan la unión entre sostenibilidad y vanguardia.

El ácido poliláctico: derivado de recursos renovables, aporta ligereza, firmeza y un acabado limpio con una huella ecológica mínima.

El poliuretano termoplástico, por su parte, ofrece flexibilidad, resistencia y durabilidad.

DISEÑO CONSCIENTE

MÍNIMO RESIDUO

Cada bolso Bolium se imprime con un proceso optimizado que apenas genera 3 gramos de residuo por pieza. Esta cifra, casi simbólica, refleja nuestro compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia en la producción. Apostamos por un modelo donde el diseño no solo es bello y funcional, sino también responsable con el planeta demostrando que la innovación tecnológica puede ir de la mano con la conciencia ecológica.